Las MetroCard de banda magnética tienen los días contados

guiadenuevayork.com 08-05-2011

En pocos años, los pasajeros del metro y del autobús podrían acceder abriendo los torniquetes tocando o acercando una tarjeta de crédito a un sensor, o con un pase nuevo llamado MTA Card. Los pasajeros podrán abrir cuentas para estas tarjetas y destinar el dinero para sus viajes desde el ordenador de casa o desde los cajeros automáticos de los bancos.

Estas son algunas de las características que la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) prevé para el sistema de tarifas que sustituirá a la MetroCard en tres o cuatro años y que podría ahorrarles millones de dólares. La adaptación del nuevo sistema en los autobuses podía retrasarse algo más de tiempo.

El martes 10 de Mayo, la MTA desvelará su proyecto de futuro para la MetroCard a más que 70 compañías de tecnología, telecomunicaciones e industrias financieras, incluyendo American Express, JPMorgan Chase y Nokia. La MTA ha redactado un mapa de ruta de 140 páginas que da la visión más detallado hasta la fecha de cómo podría ser el futuro de la MetroCard para los 7.4 millones de pasajeros diarios que utilizan el metro y el autobús.

Los pasajeros ya no pasarán la banda magnética de una tarjeta MetroCard a través del lector del torniquete o en las máquinas de los autobuses. En su lugar, acercará o tocará su tarjeta de crédito o de débito frente a un sensor.

Los clientes podrán optar por pagar sobre la marcha, aplicando el importe a su entidad financiera, al igual que las compras con la tarjeta en una tienda. Pueden pagar también por adelantado, comprando un número de viajes, o por una semana o un mes de viajes ilimitados.

Los pasajeros que no tienen tarjetas de crédito o débito, o no quieren destinarles para ese fin, podrían comprar una MTA Card, la cual funcionaría de la misma forma. La tarjeta se venderá en las máquinas expendedoras de la estación, en las taquillas y las tiendas.

La MTA espera ahorrar cientos de millones de dólares al año en costos de mano de obra y material a medida que se abandone la venta y distribución de la MetroCard. Al año se venden más de 70 millones de tarjetas MetroCard en taquillas y máquinas expendedoras de las estaciones, que necesitan ser almacenadas y dar mantenimiento constantemente.

También se reducirán el número de máquinas expendedoras porque la mayoría de los pasajeros ya no las necesita para comprar las tarjetas, ahorrándose de esta forma el coste y el mantenimiento de dichas máquinas.

Más adelante, la tecnología también podría permitir a la MTA cobrar diferentes tarifas por días o por horas, como en horas punta o fines de semana.