Con la llegada de la tuneladora a la estación de Lexington Ave-63rd St. el pasado 22 de Septiembre, se completó la primera fase de la nueva línea de metro de la Segunda Avenida. La fase primera incluyen los túneles desde la Calle 105 con la Segunda Avenida hasta la Calle 63 con la Tercera Avenida, con nuevas estaciones a lo largo de la Segunda Avenida, en las Calles 96, 86 y 72, y nuevos accesos a la estación existente de Lexington Ave-63rd St.
La nueva línea de metro se enmarca dentro de un ambicioso proyecto de expansión de la red de transporte público de Nueva York que cuenta con un presupuesto de $11.000 millones. Esta ampliación incluye dos nuevas líneas de metro con 16 kilómetros de vías, 16 estaciones y un túnel de tren subterráneo que conectará Long Island con la Grand Central Terminal. Además se ampliarán las estaciones de metro existentes incluida la Grand Central Terminal que se beneficiará de un nuevo vestíbulo y 8 andenes bajo tierra.
El proyecto de la Segunda Avenida incluye la nueva línea de metro T que conectará la Calle 125 con el Financial District a lo largo de la Segunda Avenida. También incluirá una ampliación de la línea Q que conectará la Segunda Avenida con las líneas existentes para el servicio de Midtown West y Brooklyn a través del túnel de la Calle 63.
Por su parte la Grand Central contará con un nuevo vestíbulo subterránea de 8.450 metros cuadrados a 12 metros bajo tierra. También dispondrá de dos nuevos túneles de 18 metros de anchura para cuatro andenes cada uno a los que llegarán 150 trenes diarios desde Long Island. El nuevo vestíbulo y los andenes estarán comunicados por ascensores y 17 escaleras mecánicas que tendrán una altura de 27 metros y una inclinación de 35 grados, siendo las escaleras mecánicas más altas y con más inclinación del mundo. Cuando el proyecto esté terminado en septiembre de 2016, la línea de tren que llega de Long Island aumentará su capacidad de tránsito y descongestionará de manera significativa la Penn Station. Además unos 160.000 usuarios de esta línea de tren se ahorrarán entre 30 y 40 minutos cada día para llegar hasta su puesto de trabajo en Manhattan.